El otro día estaba en la biblioteca y buscando algo que leer, ahora que había acabado los exámenes, me encontré con "Historia política del pantalón" de Christine Bard. Tras leer la contraportada tuve que llevármelo.
Me parece muy interesante el tema que trata, la importancia que ha tenido el pantalón en la lucha hacia la igualdad en nuestra sociedad. Ahora nos parece de lo más normal que las mujeres lleven pantalones, pero no hace tanto el pantalón era un símbolo únicamente masculino, (ni que decir tiene que la falda, salvo los kilts escoceses, siguen siendo un símbolo únicamente femenino).
Aunque aún me queda por leer, lo que me lleva a hacer esta entrada es un extracto que aparece en su introducción referente a la "gran renuncia masculina", expresión que acuña el psicoanalista inglés John Carl Flügel. En este extracto indica que la gran renuncia masculina se refiere a que a finales del siglo XVIII: "los hombres renunciaron a su derecho a vestir prendas brillantes, alegres y refinadas, se desentendieron totalmente de ellas en provecho de las mujeres"; "el hombre cede sus pretensiones de belleza. Tomaba lo utilitario como único fin".
Louis XIV (1701) Marcello Mastroianni (Años 60) Desfile Hombre Gucci PV 2013
Al leer este párrafo y ver que actualmente, los hombres volvemos a disfrutar de los colores, los estampados y distintos tipos de tejidos, me surgen varias preguntas: ¿acaso las cosas están tomando al fin otro rumbo?, ¿qué lo ha causado?,¿ la evolución de la sociedad en cuestiones sociales, la eliminación de prejuicios por la apariencia?, ¿o ha sido por el desarrollo de las nuevas tecnologías y la comunicación, mayor conocimiento y de manera más rápida de las tendencias?, ¿no será más bien causa del aumento del consumismo, de la necesidad de tener siempre lo último y lo que nos diferencie de los demás?
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