domingo, 25 de diciembre de 2011

Sur

Puede parecer que me quejo mucho de mi tierra. Como si nada de lo que tenga Andalucía  o Sevilla me guste, y no es para nada eso. Me encanta Sevilla, Andalucía, el ambiente, la gente, y en gran medida sus tradiciones, aunque conforme pasa el tiempo prefiero eliminar el carácter religioso de las mismas, que suele ser a veces y a mi parecer excesivo. En cuestión de moda y estilo, debo hacer una aclaración para establecer mi opinión: hay que distinguir entre la ropa de fiestas y la de diario. Por fiestas me refiero a las fiestas tradicionales: Semana Santa y Feria. Y claramente nos referimos siempre a la mujer. El hombre, como suele ser habitual en estas cuestiones, se queda aparte de manera insulsa.

Para mí las mujeres del sur, por término medio, saben vestirse mejor, son más detallistas para las fiestas que a diario, entendiendo por término medio lo que podemos ver por la calle todos los días, y siendo conscientes que hay personas que se visten de manera cuidadosa todos los días y otras que no prestan atención a este aspecto.
Cuando son fiestas, (y otra vez hago la aclaración en que me refiero a fiestas tradicionales, y no a un sábado por la noche o a Nochevieja), sales a la calle y ves a mujeres extremadamente bien arregladas con una esencia muy típica de la tierra. En Semana Santa, el Jueves Santo, van sobriamente vestidas de negro, con la peineta o teja, la mantilla bordada, la cartera en la mano y los guantes de encaje.
 

Y cuando es Feria, la gran mayoría se viste con el traje de flamenca y con todos sus complementos. En los últimos 15 años se ha ido potenciando esto, ya que en los noventa empezó a dejar de ser tan común vestirse con el traje típico. Porque recordemos que el traje de flamenca no es más que un traje regional, y el único que evoluciona con el tiempo.
Esta peculiaridad puede parecer que, en parte, se pierda la identidad o las raíces sobre las que se crea el vestido, pero aporta, sin embargo, algo mucho más valioso, y es que al cambiar con el tiempo, permite adaptarse mejor a la gente, a las mujeres que se visten con ellos, y que al hacerlo no sienten que están disfrazadas con algo de otra época, ajeno totalmente a ellas.

Laura Sáchez - Desfile de Vicky Martín Berrocal SIMOF 2007

Este auge de los trajes de flamenca es tan importante en Andalucía, que en 1995 se creó el Salón Internacional de Moda Flamenca (SIMOF). Lo de internacional sigue pareciéndome algo extraño, por una parte no veo el carácter internacional a este traje, no es normal que se vista incluso fuera de Andalucía, aunque por otra podemos considerar el Salón como un escaparate para mercados extranjeros interesados en la cultura andaluza, como pueden ser los mercados asiáticos. En SIMOF los creadores muestran sus diseños que enmarcan las tendencias para cada temporada, que en este sector es de un año completo.
No es porque sea el traje típico de mi tierra, pero por su especial diseño, el corte, los volantes y demás detalles, es un traje muy favorecedor para la mujer.

Desfile de Vicky Martín Berrocal SIMOF 2011

Sin embargo no puedo estar tan de acuerdo con el estilo diario. Entiendo que todos los días no se puede llevar todo hasta el mínimo detalle, y que los estudios, el trabajo o la vida cotidiana, limitan que una persona pueda estar tan atenta a la ropa, pero no me refiero a esto. Dejando a un lado la ropa característica de Semana Santa, que es clásica y casi invariable, y si hacemos una comparativa entre el estilo de los trajes de flamenca y el de la ropa de diario, lo que no entiendo es cómo puede evolucionar tanto el primero, con modificaciones relativamente drásticas cada año (largura del vestido, volantes, mangas, estampados, flecos, flores, complementos, etc) y cómo las mujeres se adaptan fácilmente a ellos; pero sin empargo no está tan dispuestas a adoptar tantos cambios en la ropa normal, les cuesta más y tarda en implantarse una tendencia o lo hace más tarde que en otros sitios. Y esto no es sólo cosa exclusiva en el mercado femenino, sino del masculino también. 
Con esto no critico a los andaluces, ya que gran parte de la culpa la tienen las empresas de moda. Es más, me gusta mucho el carácter propio que le da la gente a las tendencias, y no querría vivir en una ciudad donde esto no ocurriera. Aunque sí me gustaría ver más a menudo la capacidad de innovación y el riesgo que se observa en la moda flamenca. Ya que en la moda, lo nuevo en el momento en que se crea, siempre nos hace estar mejor.

sábado, 24 de diciembre de 2011

19 Diciembre. Madrid

El fin de semana pasado estuve en Madrid y aunque me hubiera gustado fijarme más en los distintos estilos de vestir que predominan en la capital o cuál es el estilo propio que tienen los que viven allí para poder analizarlo, no tuve ni tiempo ni posibilidad, de la gran cantidad de gente que había en la calle, dadas las fechas navideñas en las que estamos. Eso sí, el viaje no fue en balde para el blog. El lunes siguiente pude experimentar lo que es ir de compras en Madrid, aunque para ser sincero, no estuve comprando sino ejerciendo de ayudante de compras, que si bien no es tan gratificante (ya que no te llevas nada a casa), sí que es muy divertido. Además de estar en tiendas grandes, pequeñas, conocidas o no tanto, aproveché para darme un capricho y comprar alguna revista de las que normalmente no puedo tener, porque o no llegan a Sevilla, o no llegan muchas.

Tras comprobar gratamente que en la mayoría de kioskos había una gran variedad de revistas internacionales, y después de pasar un buen rato dudando sobre cuál decantarme, en el que incluso llegué a pensar si comprar el número de Enero de la edición japonesa de Vogue, (si la viera todos los meses ni siquiera me lo plantearía, ya que sólo la tendría como curiosidad o por las fotos...), terminé comprando el número 24 de VMan, con James Franco en portada.

VMan nº 24 James Franco por Inez van Lamsweerde y Vinoodh Matadin vía VMan

Este número que salió a la venta en Octubre, es el de invierno, ya que editan sólo cuatro números al año, uno por cada estación. En esta ocasión se titula The Decades Issue y hace un repaso por 150 años del estilo y moda masculinos a través de múltiples editoriales. Esta revisión no es excesivamente exhaustiva, pero la han creado de forma divertida y agradable de ver, por lo que entretiene y se disfruta mucho, que al fin y al cabo, son los objetivos de cualquier revista, además de informar.


Tengo que destacar que se trata de un número de gran calidad, donde todo está pensado al detalle: desde la portada metalizada, (aunque en la fotografía no se aprecia), a los estilismos de los editoriales, pasando por la distinta textura del papel en función del editorial en cuestión. Para mí un fantástico autorregalo. ¡Feliz Navidad!


martes, 13 de diciembre de 2011

¿Ignorancia y democracia?

Primero, échale un vistazo a esta escena de El Diablo se viste de Prada:

Stuff Scene from The Devil Wears Prada Movie (2006) | MOVIECLIPS

Y ahora, empecemos.
Todos, alguna vez, hemos oído la frase de que en los últimos años se ha democratizado la moda en referencia sobre todo a Zara, o a empresas similares como los causantes de esto, y me parece confuso que se utilice precisamente esa expresión. Me explico. Democracia hace referencia a la intervención del pueblo en el gobierno, y si lo extrapolamos a la moda, sería que la gente decide cuáles son las tendencias y eso, obviamente no es así. Está claro que cualquier persona es libre de comprarse y vestirse como le apetezca, de decidir qué prendas responden más a sus gustos, pero a mi entender no son ellos quiénes deciden las tendencias, sino quiénes las siguen. Son las empresas como Zara las encargadas de saber, investigar o predecir cuales serán las tendencias más exitosas, y los profesionales de la prensa especializada los que orientan al público.


Anna Wintour en The September Issue vía Fotogramas

Zara o H&M lo que han hecho ha sido facilitar y agilizar, y mucho, el acceso a las prendas. Ahora, entre el momento en que se presentan las colecciones, y por tanto, quedán más o menos claras las tendencias, y el momento en que las prendas se encuentran en las tiendas, a un precio económico, pasan escasos meses.
Pero la gente, siempre ha seguido las modas, no han vivido en la ignorancia aunque haya personas que piensen que son ajenos a la moda,  o que no se visten en función a lo que nadie establezca. Ya que siempre hay alguien que decide qué diseñar, producir y poner a disposición del público, y ésta persona  lo hará pensando en  qué se venderá más, es decir, cuál será la tendencia del mercado.
Y se han seguido modas que incluso pueden parecer ridículas: los pantalones campana, las hombreras, o más recientemente, la mezcla de colores como el rosa y el naranja, que antes parecía imposible. Sin embargo se tardaba mucho más tiempo o dinero en llegar a adoptarlas, aunque se acababan imponiendo.


 
01. Kate Moss Vogue Paris Avril 2008 - Fotógrafo: Inez Van Lamsweerde & Vinoodh Matadin
02. Natasha Poly Balmain FW 2009/2010 vía style.com
03. Eva Mendes Doir HC SS 2009 - Foto: Francois Durand/Getty Images Europe vía zimbio.com

Además, las modas no se implantan por igual en todas las regiones. Si bien es cierto que se puede afirmar que la moda se ha globalizado, depende mucho de la zona o de la ciudad, el que una tendencia triunfe. Y es que la gente no se viste igual, ni tiene el mismo estilo en Londres, Barcelona, Sevilla, París o Madrid.
Por tanto, elegir el término democratizar para la moda, incluso si lo que se quiere decir es que ahora se puede llegar a las prendas, a las tendencias, más fácilmente, no me parece lo bastante apropiado, ya que al final, son las empresas productoras, distribuidoras, e incluso la prensa las que deciden, aunque la gente ignore esto, y terminan influyendo en todo el mundo. Al menos en todos los que se vistan, claro.


domingo, 11 de diciembre de 2011

El Rojo del Imperio Valentino

Modelo: Gemma Ward - Fotógrafo: Mert&Marcus - Valentino Prêt-à-porter FW 2006/2007

Siempre me ha gustado la expresión rojo Valentino. Creo que uno puede sentirse muy orgulloso de su éxito cuando se le llama a un color por tu nombre, ya sea fruto del trabajo continuo o de la originalidad de la idea. Lo mismo que a Valentino le ocurre a Yves Klein con el azul. El atribuir un nombre a un color les perpetúa y se emplea más allá del campo artístico o profesional del autor.
Centrándonos en Valentino, ese rojo característico que le daba a ciertos vestidos en cada uno de sus desfiles, le sobrevivirá. Es su seña, aparte de su tipo de costura, de sus cualidades como diseñador, (extremadamente valiosas y reconocibles entre el resto), es el color rojo lo que cualquier persona por muy alejada que esté de este mundo, podrá identificar con la firma. He pensado en esto al encontrar de nuevo un documental de hace un par de años sobre Valentino, Valentino: The Last Emperor. En él se hace un repaso por la historia de la marca, de la empresa, que está enteramente ligada a la historia personal de Valentino Garavani y del que fue su pareja y es su compañero en los negocios y en la vida, Giancarlo Giammetti.

Giancarlo Giammetti & Valentino Garavani vía GQ Italia

El documental es sencillamente estupendo. Se adentra en la vida cotidiana de Valentino y Giancarlo durante los años 2006 y 2007, centrándose en los preparativos de las colecciones, tanto de Haute Couture como de prêt-à-porter y acabando con la celebración de los 45 años de la firma. El documental es altamente recomendable, simplemente por mostrar la relacion entre dos personas, una más creativa y la otra más realista, y de cómo de esta relación, que se prolonga durante cincuenta años, surge una de las casas de moda más emblemáticas de la historia. 
Son geniales los momentos de enfrentamiento-reconciliación de los protagonistas, la emoción de las costureras al entrar en la exposición creada sobre el diseñador, o la emoción que experimenta él mismo tras el desfile de Haute Couture del 45 aniversario en Roma, el de Otoño/Invierno de 2007/2008, y que será su penúltimo desfile de costura, ya que el último fue el de Primavera/Verano de 2008.

Valentino Garavani y modelos llevando vestidos vintage rojos en el Palazzo Mignanelli, Roma
Fotógrafo: Lorenzo Agius

Diez años antes, en 1998, Garavani y Giammetti vendieron la empresa a un holding, que acabó cediéndola en 2002 al Grupo Marzotto, siendo Matteo Marzotto quien presidirá la empresa, aunque Giammetti será el presidente honorario de la misma. En 2005 se creó Valentino Fashion Group, una sociedad que agrupaba las marcas de moda del Grupo Marzotto (Valentino, Hugo Boss, Uomo Lebole, Principe, Marlboro Classics y M Missoni). En 2007 la sociedad fue adquirida por el fondo británico de capital riesgo Permira (que también tiene acciones entre otras empresas en Cortefiel, Telepizza y eDreams. Los rumores, tras esta operación, sobre el futuro del diseñador y de la marca se intensificaron.

Valentino Garavani en Ara Pacis, Roma

Pero, al fin llegó la celebración del 45 aniversario en julio de 2007. Tres días con exposición retropectiva, desfile de Haute Couture y fiestas.
Dos meses más tarde, Valentino confirma que se retiraba del mundo de la moda. Tras esto, Alessandra Facchinetti, (que había sido la diseñadora en Gucci tras la marcha de Tom Ford en 2004) fue nombrada directora creativa de la línea de mujer. En enero de 2008 Valentino presenta su última colección de Haute Couture. En marzo, Matteo Marzotto renunció a la presidencia de Valentino. Alessandra Facchinetti dejó la marca tan sólo tras dos temporadas por diferencias en la visión empresarial de la firma. Maria Grazia Chiuri y Pier Paolo Piccioli (quiénes habán diseñado los accesorios durante diez años con Valentino) fueron los nuevos directores creativos. En estos años han pasado por una excesiva referencia a los diseños clásicos de Valentino y por crear diseños extremadamente innovadores, para acabar confeccionando prendas con un estilo propio pero sin perder la esencia de la firma.
Y como esencial que es, no suele faltar en sus desfiles algún que otro vestido rojo, aunque al preguntarle en el documental sobre si no aparecería en el final del desfile del 45 aniversario un vestido rojo, Valentino responde negativamente, ya que los vestidos rojos para él, son los más simples. Porque, a pesar de que identificamos el rojo con Valentino, él es mucho más que eso, y para comprobarlo y deleitarnos con su trabajo, se ha creado el Valentino Garavani Virtual Museum, cargado de los diseños, vídeos y campañas de publicidad que forman ya, parte de la historia de la moda.

Valentino Garavani & Linda Evangelista llevando diseño Haute Couture FW 2003/2004
Fotógrafo: Jean Paul Goude